El siguiente escrito es un extracto de "Máscaras mexicanas", que a su vez forma parte del libro El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, Ed. Cuadernos Americanos, en 1950.
Si el gesticulador acude al disfraz, los demás queremos pasar desapercibidos. En ambos casos ocultamos nuestro ser. Y a veces lo negamos. Recuerdo que una tarde, como oyera un leve ruido en el cuarto vecino al mío, pregunté en voz alta: "¿Quién anda por ahí?". Y la voz de una criada recién llegada de su pueblo contestó: "No es nadie señor, soy yo".