La tarea del colego, era llevar por escrito un tema sobre la honestidad. Decía: en dos palabras dime ¿que es la honestidad?
Menuda pregunta para un niño de 9 años, el cual agregaba que el maestro les condiciono que no buscaran la respuesta en Internet, ni en algún diccionario. Creo entender la intención del mentor.
Ante su mirada inquisitoria -y con la convicción de que estaba ante quien podría definirlo de la mejor manera- empecé a decirle: