Las verdades de la tradición judeocristiana son infinitamente preciosas, no solo porque son ciertas, sino porque nos brindan el único impulso moral capaz de llevarnos a la paz autentica que todos anhelamos.
Hay pocas esperanzas para la democracia si en el corazón de hombres y mujeres no alienta una llamada hacia algo mas grande que ellos mismos.
Los organismos políticos, las instituciones estatales y los ideales colectivos no bastan.
-Margaret Thatcher, en un discurso.